42 y también que fuese su estratega, que estuviese a su cuidado
designar los encargados de las obras del Lugar Santo, de la administración
del país, de los armamentos y de las plazas fuertes
43 (que estuviese a su cuidado el Lugar Santo), que todos
le
obedeciesen, que se redactasen en su nombre todos los documentos en el
país, que vistiese de púrpura y llevase adornos de oro.
44 A nadie del pueblo ni de los sacerdotes le estará permitido
rechazar ninguna de estas disposiciones, ni contradecir sus órdenes,
ni
convocar en el país asambleas sin contar con él, ni vestir de
púrpura, ni
llevar fíbula de oro.
45 Todo aquel que obre contrariamente a estas decisiones o anule
alguna de ellas, será reo.
46 El pueblo entero estuvo de acuerdo en conceder a Simón el
derecho de obrar conforme a estas disposiciones,
47 y Simón aceptó y le pareció bien ejercer el sumo sacerdocio, ser
estratega y etnarca de los judíos y sacerdotes y estar al frente de todos.»